¿Es el Self Storage una evolución del guardamuebles?, ¿Es posible realizar las dos actividades?
El guardamuebles tiene una actividad muy concreta, y un determinado cliente. El Self Storage es una actividad diferente en proceso de evolución, y con un mayor abanico de perfiles de cliente. La decisión de convertir un negocio de guardamubles, en un negocio de Self Storage, como siempre debe ser tomada después de un pequeño análisis, y un estudio de viabilidad del Self Storage. La conversión no significa renunciar a nuestro de Guardamubles, la decisión es ampliar nuestro negocio. El cómo, vendrá precedido del análisis de lo que tenemos, y a dónde queremos ir. Si ya tenemos un negocio rentable, asentado y sin riesgo en el horizonte, la decisión correcta será mantener lo que tenemos, e integrar ese servicio en nuestro nuevo negocio de alquiler de trasteros. De hecho, uno de los posibles clientes, o colaboradores de un Self Storage, son las empresas de mudanzas.
La actividad principal del guardamuebles es recoger un mobiliario, u otros elementos, y almacenarlos durante algún tiempo. La diferencia con un Self Storage, es que durante este tiempo de almacenamiento, el cliente tiene libre disponibilidad de acceso a su trasteros para recoger, o almacenar nuevos elementos. Y hacerlo en cualquier momento porque el centro dispone de modernos elementos de acceso y seguridad al Self Storage, que permiten al cliente acceder las 24 horas de forma automática, y de manera segura.
Podemos dedicar una parte de nuestra instalación para almacenar de la manera clásica de un guardamuebles, y destinar otra parte para comenzar a construir un Self Storage. Ampliaremos nuestros clientes y servicios, en definitiva aumentaremos la facturación, obtendremos mayores rentabilidades y nos introduciremos en un sector con gran proyección de futuro.
El secreto, o clave del éxito del Self Storage es la capacidad de alquilar espacios de almacenamiento a medida de las necesidades de cada cliente. Se dispone de una variedad de trasteros con diferentes medidas, que podemos alquilar de manera ágil durante periodos cortos o largos, a particulares, autónomos o empresas. Con rentabilidades por m2 muy superiores a las de un guardamuebles.
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